El juego es el trabajo de los niños y de las niñas. No hay nada más serio ni fundamental para su desarrollo. Y cuando se trata de juego libre y al aire libre, sus beneficios se multiplican. Estos días sin salir de casa, mancharse al jugar no está tan presentes, como era habitual. Afortunadamente, por mucho que llueva y hoy no podamos saltar en los charcos, este confinamiento ya está más cerca del final.
¿Sabíais que jugar con el barro aumenta la autoestima, reduce el estrés y estimula el sistema inmunológico? Un tres por uno bueno, no muy bonito (sobre todo para la persona que le toque esa lavadora), pero sí barato. ¿No os lo creéis? Pinchad AQUÍ, ¡ya nunca veréis el barro o el agua del mismo modo!
Además, por si necesitáis más argumentos de peso, este #viernesdeartista os traemos a una mujer que descubrió su verdadero talento jugando y manchándose con barro cuando era sólo una niña.
Vivió una vida convulsa, entre una infancia de juego y una vejez de encierro (pasó sus últimos 30 años en un sanatorio contra su voluntad), entre la pasión por su profesión y por su mentor (fue discípula del escultor Auguste Rodin), entre los dictámenes de una sociedad machista y sus modo de vida feminista (salió adelante ganándose la vida por ella misma, sin casarse nunca). La historia del arte nunca le hizo la mención que merecía, pero hoy en día es una artista reconocida.
¿Sabéis ya de quién se trata?
"El pensador" 1903. August Rodin +info: AQUÍ
Ni la vida ni la historia del arte, la trataron como la gran artista y escultora que fue. Siempre a la sombra de algún hombre: intermitentemente, a la de su hermano y conocido poeta, Paul Claudel, y, la mayor parte de su vida, a la de su maestro y amante, Auguste Rodin.
A pesar de todo, Camille Claudel sacó coraje para vivir a contracorriente. Con el apoyo de su padre, se formó como artista. Sin el beneplácito de su madre, nunca se casó. Dio la vida por su obra. E incluso cuando terminó su relación con Rodin, siguió creando en solitario sin cesar para luchar por ser reconocida como mujer artista con carácter propio. Desafortundamente, nunca saborearía tal éxito en vida, siendo encerrada,a los 48 años de edad, acusándola de demente, por su estilo de vida independiente.
De hecho, han tenido que pasar 74 años nada más y nada menos, para que, en la primavera de 2017, se inaugurase el primer museo con su nombre, Museo Camille Claudel. En él se conservan 43 de sus esculturas; otras muchas se mantienen expuestas en el parisino Museo Rodin, siendo, en ocasiones, difícil determinar si las manos creadoras fueron femeninas o masculinas. ¡Todo un misterio!
Y para retomar el tono lúdico con el que este #viernesdeartista comenzaba, os dejamos este canción, que seguro la propia Camille bailaría sin parar.
Pulsa al botón de 🔛 y ¡a disfrutar!
¡Un día menos para pisar la calle!
💪
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
Aviso misterioso: Para las mentes más intrépidas, que siempre nos acompañan, hemos dejado una pequeña sorpresa oculta en esta entrada.
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