INSTRUCCIONES DE NAVEGACIÓN

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EL PÁJARO DEL CONOCIMIENTO


EL CUENTO DEL PÁJARO DEL CONOCIMIENTO
Un cuento de Arturo Babel

Lo primero fue una nube, llena de diamantes.
El cielo estaba despejado, azul claro.
El sol se llama Lorenzo, y qué alegría verle contento, en primavera, echándose la siesta en el firmamento.
Lo primero fue una nube, llena de diamantes, entregada al viento.
La tierra era una niña con la mente abierta, dispuesta a crecer en el tiempo.
Lo primero fue una nube que llegó bañando el azul claro del firmamento, mientras Lorenzo dormía la siesta, contento.
La tierra, niña abierta al pensamiento, al ver la nube sobre su claro cielo, con una carcajada echó una frase a correr por el viento - ¡Nube clara y tranquila que acabas de llegar! ¿qué me traes con lo que pueda jugar?- La nube, señora extensa y apacible, contestó con los ojos cerrados y una sonrisa -Vengo de arriba, muy arriba, repartiendo las ideas que me ha regalado el aire, y son cientos- ¡Jajaja! - contestó alegre la niña -Entonces hoy será un día de descubrimientos. Lorenzo ¿tú no juegas?- Preguntó la Tierra, y el sol Lorenzo, con un bostezo, despertó de su siesta -Claro que juego, siempre me gusta conocer verbos nuevos, y esta Nube parece venir cargada de divertidos secretos-
La niña Tierra, la nube Nube y el sol Lorenzo se vistieron de alegrías para comenzar el juego. Bailaron en círculo, saltaron al centro, se separaron riendo y cuando cada uno a su sitio volvieron la Nube abrió sus faldas, dejando caer los pensamientos, que eran diamantes bajando por el viento. La niña los dejó entrar en su mente abierta, y el sol Lorenzo les dio calor, para que florecieran. La niña reía, como cuando te atacan las cosquillas, y la nube Nube disfrutaba de lo que veía. Al poco un tallo brotó de la cabeza de la niña, Nube y Lorenzo mientras aplaudían.
Del tallo nació una flor, que en tronco se convertiría, y el tronco se convirtió en árbol, que lo llamaron de La Sabiduría. Árbol de hojas grandes, doradas por Lorenzo; Árbol fuerte, como lo era la niña, que regalaba frutas rellenas de cuentos; Árbol sensible, moldeado por el viento, que trajo a la nube Nube para poder contar este cuento. Y así es, niñas y niños, como nació El Conocimiento.

¡Y LE SALIERON ALAS AL CONOCIMIENTO!

¿Quién de aquí me puede decir cómo se vuela por el viento?
¡Justo así despegó del suelo! ¡Como un hermoso ave, nadando por el cielo!
Se propuso viajar por el infinito tiempo, repartiendo sus saberes, que eran todos y eran cientos. Regalaba tres besos a las niñas y los niños de todos los pueblos: Uno en la nuca, los otros dos en cada ojo, y así, según iban creciendo, iban aprendiendo.
¡Recorrió el mundo entero, por sus cinco continentes! ¿Quién de aquí me ayuda a recordad sus nombres, de oriente hasta occidente? ¡Oceanía! ¡Asia! ¡África! ¡Europa! ¡América!
¡Todas las mentes, la misma mente! ¡Inventando cosas inimaginables  y trascendentes! ¡Pirámides! ¡Libros! ¡La escritura! ¡La rueda! ¡La medicina! ¡El arte! ¡El cante! ¡Las sumas! ¡El teatro! ¡las letras! ¡Las fotos! ¡Los zapatos! ¡El cine! ¡La cocina! ¡Los dibujos! ¡Los juegos! ¡Las puertas! ¡Las sillas! ¡Los idiomas ¡Peinados y bombillas! Todo ello salió de la misma semilla, de los besos del pájaro de la sabiduría.

Pero en todo cuento siempre hay un personaje astilla, que se clava en el ojo del personaje que brilla. En este cuento se llama Cara Espino, y es un hombre que a todo lo que toca siempre le roba el camino.
Tras siglos de conocimiento se despertó una ciudad que pretendía luchar contra el viento. La Ciudad_Sin_Nombre la llamaron, y es tan grande que no cabe ni en cien mil palabras de este cuento. Su altura es tal que casi nubla a Don Lorenzo.
Cara Espino, rey de azufre por la Mano Negra impuesto, gobernaba en la ciudad, llenando las calles con su poder siniestro. Sus perros rabiosos recorrían las avenidas, prohibiendo risas, juegos, libertades y contentos. Cara Espino deseaba el control y el poder eterno, siendo, así, el único hombre con más lujo de todo el cuento.
Pero un día sobrevoló la ciudad el pájaro del Conocimiento, repartiendo sabiduría a todo el mundo que allí vivía. Les nació de nuevo, en la cara, el color de la alegría. Y gracias a La Sabiduría las gentes decidieron luchar contra Espino, devolviendo el calor a las calles que antes estaban frías. En miles de idiomas gritaron lo que la gente se merecía:

¡Igualdad, amor, educación, libertad y alegrías!
¡Igualdad, amor, educación, libertad y alegrías!

Pero Cara Espino soltó sus jaurías, y de nuevo la oscuridad venció al día.
Cara Espino se enfadó muchísimo por lo que la gente pedía y les robó más de lo que incluso antes no tenían. Cerró escuelas y talleres; quemó libros y pinceles; prohibió museos y placeres; rompió parques y juguetes. Y mandó cazar al pájaro del Conocimiento, pues sabía que si vivía bajo su secuestro no habría más héroes en este cuento.
Doce perros de humo negro salieron de noche en su encuentro, con flechas y redes para darle al pájaro vencimiento. Lo encontraron dormido a la orilla del río, soñando con otros cuentos, sin percibir que sería presa de los perros, en pocos momentos. Sobre sus alas saltaron y su pico encadenaron y entre los dientes hasta el palacio del gobierno se lo llevaron. Cara Espino allí lo humilló y desde su trono le dijo que, el pájaro del Conocimiento, nunca más volvería a salir en este cuento. Lo metió en una jaula y lo mandó esconder a dos metro bajo el suelo.

El cielo se oscureció, en forma de lamento, porque ya no veía volar al pájaro del Conocimiento. Niñas, niños, adultos y viejos sintieron cómo se les nublaba el pensamiento, pues libertades, ideas y sueños sintieron borrarse del tiempo. Cara Espino se había convertido en el dueño malvado y déspota de este cuento.

Pero al tiempo, cuando todo parecía estar por la oscuridad cubierto, aparecieron dos artistas, que consiguieron escapar del olvido del tiempo, y tenían, en sus mangas, la solución para traer de vuelta al pájaro del Conocimiento.

Parody- ¡Babel y Párody nos llamamos, y del olvido nos escapamos!
Babel- Gracias a una hoja en blanco,
Párody- que con el poder arte y la creatividad
Babel- en barco transformamos
Parody- y con él a niñas y niños la creatividad iluminamos
Babel- para poder liberar al Pájaro allí donde llegamos.
Parody- ¡Hola niñas y niños! ¿Nos ayudáis a salvar al Conocimiento?
Babel- Sólo con vuestra ayuda podremos, pues sois el futuro de este cuento.
Parody- Necesitamos vuestra creatividad para que pueda volver a ser libre y volar por el viento, y así 
Babel- seguir dando besos a las niñas y niños de todos los pueblos.
Babel- Y después de esto será, el pájaro del conocimiento, el rey de este cuento.
Parody- Os vamos a contar nuestro invento:
Babel- Hemos abierto, en secreto, una escuelita de libertad de pensamiento, donde poder jugar con la creatividad y el divertimento.
Parody- Y al final de estos días podremos ver volar nuestras ideas por el viento, sin que Cara Espino se de cuenta de lo que hacemos aquí dentro.
Babel- ¡Tenemos que liberar al pájaro  del Conocimiento, porque sólo así habrá justicia!
Parody- Porque... ¿sabéis una cosa? El saber debe ser libre.
Babel- Y ¿Sabéis por qué el saber debe ser libre? ¡Porque es un pájaro que vive en el viento!
Parody-¡Y en el viento no hay paredes!
Babel- ¡Ni puertas!
Parody-¡Y ni se le puede cazar con redes!
Babel- ¡Ni poner cascabeles!
Parody- ¡El saber es libre!
Babel- ¿Y sabéis algo más? Todos nosotros también lo somos...
Parody- porque en el interior de nuestro cuerpo...
Babel- llevamos cientos de plumas del pájaro del Conocimiento.

Y ahora, ya sabiendo la historia de este ave colorido, dime tú ¿cómo le podemos poner fin a este cuento para que el saber vuelva a ser libre por el viento? Tómate tu tiempo; utiliza el divertimento; imagina sin miedo adentro, piensa con todo el cuerpo, concentrando ideas como si fueras a echar a volar en cualquier momento; Saca de ti el arte que vive dentro y con el traza tu Plan De Rescate del Pájaro del Conocimiento. No vale la ira, ni la violencia, ni el enfrentamiento, pues esas son las armas del malvado Cara Espino y ya has visto que sucio y egoísta acaba su destino. Haz de tu rescate un ejercicio de crecimiento interno, usando la belleza que te recorre de pies a cabeza y cuando lo tengas compártelo con tus vecinos, que en las calles se sepa que el Pájaro del Conocimiento va a volver a volar contento, repartiendo de nuevo amor y sabiduría por la tierra, aquella niña que nos regaló su juego un día.

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